Por fin empiezo a disponer de algo de tiempo para mí y puedo dedicarme de nuevo a cosas que me gustan, como escribir.
Es curioso como en nuestra sociedad se nos imponen ciertas cosas tan "de a pocos", que diría José Mota que cuando quieres darte cuenta, ya están ahí, arraigadas de narices sin que nadie se pare dos minutos a pensar y diga ¡Quieto fiera!
Me explico. Este año, el día seis de enero cayó en domingo y, como era festivo, no se trabajó en mi ciudad el día siete. Qué bien, dirán muchos, un día más para alargar las vacaciones navideñas, dar los últimos coletazos al turrón, surtirse de piña para la dieta que vamos a empezar al día siguiente y ver disfrutar a los más peques con los regalos que Sus Majestades de Oriente habían colocado cuidadosamente bajo el árbol.
¡JA! Infeliz, que eres un infeliz.
Pues bien, resulta que ese día sólo fue festivo para algunos, porque absolutamente TODOS los centros comerciales y la mayoría de grandes cadenas de ropa abrieron y comenzaron con las rebajas el siete de enero. Y lo que es peor, a todo el mundo le parece bien, incluso hay quien lo defiende con argumentos como "chica, comprar cosas no, pero como vivo fuera así puedo aprovechar y cambiar alguna cosa de las que me han traído los Reyes, que si no, cuando llegue a Madrid no tengo tiempo de nada". ¡Pero vamos a ver, ALMA DE CÁNTARO! Los centros comerciales abren seis días a la semana, doce horas diarias, y en Navidad incluso más tiempo, ¿De verdad me vas a decir, que no eres capaz de encontrar el tiempo para comprar?
Y ahora en verano lo mismo... el próximo domingo siete de julio resulta que las tiendas están abiertas porque las rebajas ya han empezado, y claro, el mundo se detiene. Y por supuestísimo, que a nadie se le pase por la cabeza quejarse, porque con los tiempos que corren, son unos privilegiados por tener un trabajo en que te explotan y pisotean tus derechos.
Tengo varias amigas que trabajan en este tipo de comercios y una de ellas me ha llegado a decir que DETESTA el día de Reyes porque se juntan las últimas compras navideñas con la preparación de las rebajas y que ha habido años en los que el cinco de enero ha salido de trabajar a las DOS Y TRES DE A MAÑANA. ¿Pero estamos locos o qué? A mí lo que más me molesta es que a nadie le parezca mal y todos lo aceptemos como válido, porque "es lo que hay". Vamos a ver, yo no me he caído de un guindo y se que lo que mueve el mundo desde hace mucho tiempo es el dinero, pero por favor, desde aquí, la próxima vez que te plantees ir a un centro comercial en domingo porque NECESITAS comprar algo urgentemente, párate y piensa si realmente no puede esperar al lunes.
