lunes, 1 de julio de 2013

Soy maestra

Para ser maestro hay que estudiar Bachillerato y una carrera de tres años. Normalmente, eso ya es suficiente para acceder al mundo laboral, pero cuando decides ser maestro sabes que lo más probable es que tengas que prepararte unas oposiciones, que en mi caso, llevan siendo el centro de mi vida más de seis meses. Puede parecer poco tiempo, (¿Qué son seis meses comparados con la magnitud de Universo? pero por favor, imagínate un segundo lo que es levantarse día tras día, de lunes a domingo, sin dedicarte ni a tu familia ni amigos... solo a estudiar para algo que no sabes si tendra sus frutos o no. 

Si hay suerte y puedo empezar a trabajar, tendré que mudarme a un sitio a 200 km de mi casa en el que no conozco a nadie para empezar de cero. Tendré que lidiar con unos compañeros y un director que puede que esté en mi misma onda o puede que no, y entonces tendremos que aprender a dejar nuestras diferencias a un lado y coordinarme con ellos por el bien de todos mis alumnos... ¡Mis alumnos! En un mundo ideal tendrían todos la misma edad, el mismo nivel cognitivo, los mismos intereses, las mismas ambiciones y los mismos sueños. Así sería muy fácil enseñar. Sin embargo, no vivimos en un mundo ideal, y tendré que enfrentarme a una clase de hasta 25 personitas, cada una de su padre y de su madre. Puede que incluso haya alguno que acabe de llegar desde otro país y no sepa ni una palabra de castellano. O que tenga déficit de atención y te interrumpa cada dos minutos y comente cada una de tus palabras. O que sea violento y amenace con pegar a sus compañeros en el recreo. O que simplemente no le interese lo que yo les explico. Tendré que escurrirme la cabeza para pensar qué les voy enseñar, cómo se lo voy a enseñar y asegurarme de que aprenden. Y siempre con una sonrisa y con cariño, aún cuando tienes días en que todo te saca de quicio.



Es casi seguro que más de un niño no entienda mis explicaciones a la primera, y entonces tendré que averiguar si simplemente es un vago o hay algo más serio detrás, porque a lo mejor resulta que sus padres se acaban de separar y se tiran los trastos a la cabeza el uno al otro delante de su hijo, o su mamá está en el paro y viene al cole sin desayunar o con la misma ropa toda la semana. Además de que aprendan, tengo que enseñar a mis alumnos a pensar, a razonar, a distinguir lo que está bien de lo que está mal porque soy yo y mucha más gente como yo quien está educando a los ciudadanos que el día de mañana van a sostener este país, y entre otras cosas, pagar tu pensión. 

Cuando el cole acaba y los nenes se van a su casa, yo me reúno con mis compañeros, que puede que me caigan bien o puede que no, y comentamos qué tal nos ha ido el día para ver si hay algo que podamos hacer entre todos para que tal o cual alumno avance. Después de que mi tiempo en el colegio termine, me voy a mi casa con una pila de cuadernos y exámenes que corregir uno por uno y pasar las notas a limpio para que cuando llega el final del trimestre, pueda hacer un informe de todos y cada uno de mis niños y ponerles unas notas con las que algunos padres estarán de acuerdo, pero otros puede que no, y no dudarán en reunirse conmigo para poner en tela de juicio como hago o dejo de hacer mi trabajo.

Es frecuente oir a la gente quejarse que los niños de hoy en día no tienen educación, pero al mismo tiempo, la figura del maestro en este país está muy poco valorada, y normalmente, quienes más la desprestigian (con argumentos tan valiosos como "tenéis dos meses de vacaciones, así que no os quejéis) son aquellos que más lejos están del entorno escolar y son incapaces de hacerse una idea del día a día en un colegio.

Así que os pido por favor, que si alguna vez os vuelve a salir el tema de la que arregláis el mundo en un bar con los colegas, recordéis que los maestros lo son las 24 horas del dia los 365 dias del año y que al contrario que la mayoría, nuestra jornada no empieza y acaba en el colegio, sino que lleva mucho más trabajo detrás. Y que yo, personalmente, adoro mi trabajo y si volviera a nacer, sería maestra de nuevo.



3 comentarios:

  1. Hola P: Yo soy OscarP y he accedido a tu blog desde el blog de Mr Winot. Mira, yo soy profesor de física y química y ciencias naturales. Como tú también preparé oposiciones (años) con bastante mala suerte. Pero bueno, eso es otra historia. Ahora estoy en un concertado.
    Quería saludarte porque he leído esta entrada y estoy completamente de acuerdo y porque como te gusta todo esto de la informática y redes, te aconsejo que accedas al enlace que le he puesto a Mr. Tarquin Winot en mi respuesta a lo de twitter. Es un pequeño video de apenas unos minutos. Igual te gusta. (Y perdona si te ha parecido presuntuoso recomendarte algo que he puesto pero me gusta compartir lo que me parece interesante)
    Saludos.
    Óscar

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  2. Yo también estoy de acuerdo contigo. Once años preparando oposiciones. Once!! Ese fue mi camino hasta lograrlo...

    Besos.

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  3. Óscar, me encantó tu video!! Me lo apunto por si empiezo a trabajar en septiembre ;)

    Ro, qué ilu que me escribas!! Once años. Once!! Yo espero lograrlo antes. No creo que pueda sobrevivir a tanto tiempo de tensión. Campeona!

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