jueves, 14 de marzo de 2013

Habemus Papam

Hoy vengo a hablar de una noticia que a nadie le pilla por sorpresa, porque para eso vivimos inmersos en la era de la información. Sin embargo, no quiero hacer una crónica de lo vivido ayer en el Vaticano. Para eso hay miles de webs y sitios diferentes que lo explican mejor que yo, que no soy periodista.

Aunque haya quien reniegue de Dios, la Iglesia y Jesucristo, y pese a ser España un país laico, es indudable que la religión Católica está fuertemente arraigada en nuestra sociedad. Y es tan grande este arraigo, que muchas veces ni siquiera somos conscientes de él. Sin embargo, cuando nace un niño, en la inmensa mayoría de los casos, éste es bautizado, independientemente de la fe de sus progenitores. Pasados unos años, el mismo niño se viste de marinerito y recibe montañas de regalos el día de su Primera Comunión y, aunque no vuelva a pisar una iglesia hasta que se case, hay bastantes posibilidades de que su boda se celebre según el rito Católico. Por no hablar de nuestro calendario, que está organizado en torno a las festividades religiosas más importantes narradas en la Biblia. Aunque no seas creyente, es casi seguro que en Navidad y Semana Santa te tomes unos días de vacaciones y rompas con tu rutina. Y, ¿Qué pasa con las fiestas de los pueblos? Yo aún no he participado en ninguna donde se honre la figura de alguien que no sea un Santo o una Virgen. Y esto es así, le pese a quién le pese.

Es la segunda vez que soy testigo de un cónclave en mi vida. Por mucho que la religión Católica esté en crisis, que lo está, es innegable que la dimisión del Papa ha tenido la fuerza y el poder suficientes como para encabezar portadas de periódicos, ser primera noticia en los informativos o colapsar redes sociales. Y yo, que soy muy de dar vueltas a las cosas, me pregunto por qué, si puedo contar con los dedos de una mano las personas creyentes de mi entorno, he hablado más del Papa y religión en las últimas semanas que en... ¿los dos últimos años? Y creo que tengo la respuesta: expectación y esperanza. Me explico. Con la dimisión de Benedicto XVI se creó expectación e incertidumbre: Y ahora, ¿qué va a pasar? ¿Cómo será el nuevo Papa? Y con la incertidumbre, la esperanza es inherente: ¿Qué novedades y, sobre todo, qué MEJORAS aportará el máximo representante de la Iglesia?

Aunque muchos de los que me conocen se sorprenden porque a primera vista puedo dar la impresión totalmente contraria, creo en Dios y en Jesús. Cuando era pequeña, tuve la inmensísima suerte de dar con alguien que me enseñó a pensar por mí misma, a reflexionar y a plantearme el por qué de las cosas y las convenciones sociales que nos tratan de imponer desde que nacemos. Y da la casualidad de que ese alguien fue un cura. Ya se que puede sonar paradójico, porque cuando pensamos en curas automáticamente anteponemos nuestros prejuicios y creemos que todos tratan de imponer su fe por encima de todo, pero desde mi propia experiencia puedo afirmar que no siempre es así. Gracias a él y a gente que piensa igual, aprendí, desde muy pequeña, a separar entre lo que Jesús hizo y dijo y lo que en su nombre se dice y se hace. Y francamente, una religión que aboga por que nos ayudemos los unos a los otros, demos prioridad al débil, nos respetemos, no juzguemos, seamos tolerantes y tratemos siempre de mejorar como personas, me parece una muy buena opción de vida. 

Uno de los problemas de la crisis que tiene la religión hoy en día viene, como casi todo en esta vida, en cómo se ha sido tradicionalmente enseñada. En muchos casos ha sido mediante el miedo y tratando de imponerla por encima de todo. Y tratar de imponer nada a nadie sin hacerle razonar es un gran error, sea religión o coliflor con bechamel. Por eso, llegados a este punto, me parece imprescindible hacer una distinción entre religión e Iglesia para poder hablar ahora, siempre bajo mi punto de vista que no es ni el único ni el más acertado, de los inconvenientes que yo le veo.

Lo primero de todo, creo que la Iglesia está totalmente estancada. Creo que tiene una obligación para con sus fieles y necesita urgentemente modernizarse. En pleno siglo XXI nuestros anhelos, problemas y sueños no tienen nada que ver con la manera en que se entendía la vida hace dos mil años y la Iglesia debería ser un reflejo de la sociedad, no al revés.

Lo segundo, creo que los ciudadanos de a pie deberíamos tener más voz y más voto en los asuntos que atañen a la Iglesia, y deberíamos de tener un sitio donde expresar nuestras ideas y que estas sean realmente tenidas en cuenta. 

Y lo tercero y para mí mas importante, creo que lo que realmente cabrea a la sociedad y hace que la Iglesia tenga cada día menos adeptos es que muchas veces NO predica con el ejemplo. Jesús fue un símbolo de pobreza y austeridad, mientras que en el Vaticano la Renta Per Cápita está por las nubes. Bajo mi punto de vista, es totalmente inaceptable que la Iglesia siga hablando de los homosexuales como una "Movida del diablo" o que no reconozca a las mujeres como iguales ni les otorgue dentro de su institución el papel que merecen. Creo que realmente, el trabajo de Francisco I debería ir en esa línea para tratar de suplir lo que honestamente creo que son carencias dentro de una institución que realmente tiene poder y medios para mejorar la sociedad en que vivimos.

3 comentarios:

  1. Es lo mismo que pasa cuando se habla de política y de políticos: la ínfima categoría de éstos, no debería llevarnos a despreciar a aquélla. No es mi caso, porque no creo en Dios, pero entiendo perfectamente lo que quieres decir.

    Por cierto, eso de que tu blog está en bragas.... acabas de llegar a la blogossfera. Por la calidad de lo que leo creo que el tráfico se va a acelerar por momentos. Por el momento, yo ya te he colocado en mi lista de actualización.

    Saludos,

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  2. Amiga Pau,
    Claro que desgraciadamente (desde mi punto de vista, claro) la iglesa sigue teniendo aún hoy en día mucha más presencia de la necesaria en la mayoría de la sociedad.
    Con respecto a las fiestas, no debemos de olvidar, que estos fueron muy cucos en su día, y adaptaron sus "símbolos-celebraciones" a fiestas de tradición pagana, como es el caso de la navidad, prácticamente coincidente con el solsticio de invierno o san Juan, con el de verano, y así con la mayoría de fechas que curiosamente coinciden con celebraciones griegas, celtas, etc.
    Al igual que tu, también considero que debería actualizarse y vivir de acuerdo a la sociedad actual (yo soy yo y mi circunstancia es una frase la mar de apropiada) pero... el poder corrompe y creo que por muy revolucionario que seas, la gente allí metida es la que realmente "gobierna" con su mano negra, y dudo mucho que les apetezca perder sus beneficios terrenales "ganados" a lo largo de los siglos.
    Con respecto a lo de tener voz y voto como cristiana, creyente o lo que sea, dudo también que se te arregle. No deja de parecerme una empresa que actúa en su propio beneficio. Claro que de vez en cuando dan unas miguitas de pan a sus "empleados" y se gastan un montón de pasta a traer jóvenes a los madriles para que haya un gran foro, y así parecer muy modernos y transgresores, pero vamos, no tengo nada claro que llegara mucha de la información hasta Italia...
    En fin, vaya parrafada mas larga! (Y esque los trenes dan para mucho...) que te voy a contar que no te haya dicho ya.
    Un beso amiga! Tu con tu fe, yo....confiaré en la ciencia (a menos que sigan recortando, que al final, voy a tener que forzarme a creer en alguna deidad juas juas)

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  3. Esto te lo contesto, en julio, vale¿? ;)

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