lunes, 25 de marzo de 2013

Que no nos líen

Hoy estoy de mala leche. Y no tiene que ver con que sea lunes, eh, ojito. De sobra es sabido que el país anda manga por hombro. Eso no es nuevo. Y no, no quiero echar la culpa ni a unos ni a otros, ni que me tachen de nada. Quienes me conocen saben de sobra cómo pienso y, desgraciadamente y pese a la amplia variedad existente, no encuentro grupo político afín a mis ideas que me represente. Así que, aviso desde ahora: ESTE POST ES UNA CRÍTICA A LA SITUACIÓN QUE VIVO EN ESTE MOMENTO. NO PRETENDO HACER PROPAGANDA POLÍTICA DE NINGÚN TIPO.

Bueno, que me voy por las ramas. El caso es que hoy me he levantado y, como cada día, me gusta echar un vistazo a Twitter para ver qué pasa en el mundo. Y de repente encontré esta noticia de El Huffington Post , en la que se explicaba como las Nuevas Generaciones del PP de Castellón habían puesto en marcha una campaña contra el adoctrinamiento en las aulas, donde, a través del hastag #QueNoTeLien y de una dirección de correo electrónico, se anima a alumnos a denunciar a los profesores que "en vez de dar clase, hacen mítines (o meetings, como queráis) políticos".

Como dijo Jack el Destripador, vamos a ir por partes. Por supuesto que estoy en contra del uso indebido de la libertad de cátedra. Cuando estaba en Bachillerato, tuve que aguantar, entre otras muchas cosas, a un profesor día si y día también ensalzando la figura de Franco. Que me parece estupendo que cada uno piense lo que quiera, que para eso vivimos en democracia, pero una clase no es el sitio adecuado para hablar de estas cosas. Y punto. No hay más discusión.

Lo que me indigna de esta iniciativa es su oportunismo. ¿Por qué ahora esta campaña? ¿Qué se pretende con ella? Y sobre todo ¿Por qué de esta manera? ¿Qué es lo que hay que denunciar? ¿Qué es exactamente el adoctrinamiento? 

Honestamente, creo que al Gobierno (a cualquiera, ¿eh?) no le interesa crear ciudadanos críticos, ni que aprendan a pensar, a tener opinión propia ni a discernir entre lo que está bien y mal, ni plantearse el porqué de las cosas. Y sencillamente no le interesa porque un ciudadano crítico es más difícil de engañar y de manipular. Creo que ahora mismo España es una bomba de relojería a punto de estallar a los de arriba les conviene tenernos entretenidos con Falete saltando desde un trampolín o con el últmo novio de la Esteban. Ni la ley educativa vigente, ni el anteproyecto de ley del ministro Wert destinan espacios para la formación de pensamiento crítico de ciudadanos dentro de las escuelas. Todos muy europeos y sabiendo un montón de ordenadores, pero eh, calladitos y que no se le ocurra a nadie quejarse.

Campañas como estas me parecen tremendamente oportunistas y de un cinismo brutal cuando el Gobierno reduce la partida destinada a educación, recorta personal, aumenta ratios, suprime ayudas y becas, aumenta tasas universitarias y está obligando a la generación mejor preparada de la historia de este país a labrarse el futuro fuera de nuestras fronteras porque aquí es imposible encontrar un trabajo. Eso, señores, ESO es un ataque frontal a la educación. Que no se nos olvide que los estudiantes de hoy son quienes tirarán de España el dá de mañana y, entre otras cosas, serán quienes paguen nuestras pensiones. Así que, a mí, #QueNoMeLien

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